domingo, 28 de septiembre de 2014

...un mundo donde París esta a menos de treinta tres centímetros
y se cruza con Buenos Aires en Adrogué a la altura de Lavalle.
Donde los muelles nacen y desembocan en la boca que quieras.
Donde los zapatos de taco alto bailan quietos.
Donde en la cúpula de los árboles hay niños que juegan.
Donde los cisnes acarician las piernas de las damas.
Donde las letras se esconden y los números las espían con sutileza.
Donde los efectos fueron a causa de Marsella.
Donde los viajes terminan aquí y empiezan ahí.
Donde todo es un cambalache maravilloso.
Donde los sueños se dejan y los hilos llegan.
Donde las llaves se encuentran.
Donde se vuela...
Analia.-

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