Solo tres segundos se miraron y
después se fueron a la cueva donde el mago
preparó los brebajes con hojas de helecho y frutas del suelo…
Y luego de tres segundos se encontrarían siempre sin saber y sabiendo
que eran los que habían bebido del vino que convierte
lo efímero en infinito.
Y cada 777 siglos se encuentran y el cielo tiene puertas con magnolias turquesas.
Analia.-
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