martes, 24 de julio de 2012

Con la rapidez y la sutileza de una serpiente te rodean mis brazos, desde la nuca hasta donde terminan mis besos. Y ellos te pueden…. y mis ojos te escriben con la tinta de la emoción de mis manos. Todo se vuelve de trazos negros y sutiles blancos. Todo respira tan lento que no queda rastro del aire. Abro los ojos y aquí estoy…escribiendo lo que ví en lo más hondo y lejano. Volviendo. Llegando. Analia.-

No hay comentarios: