Dejar lo necesario en manos del azar
Dejar que una lágrima nos diga la verdad
Dejar que las miradas sean la biblia
Dejar que nuestro amor se recree en el día
y por las noches los vuelos no tengan garantías
Dejar que la magia surja
y que la rebeldía se vaya de gira
Dejar que la libertad siga siendo el punto de partida
y que el amor sea lo que rija el resto de nuestras vidas.
Analia Gabriela Ferrari.-
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