A veces la tristeza no es nuestra
A veces es ajena….
Porque la provocan hechos, palabras
que nos dejan en una silla de ruedas.
Actos, palabras….
que nos dejan paralíticos
que nos imposibilitan a terminar de jugar
una anhelada partida…..
que llegan de aquellos
que tendrían que transformar lo triste en opuesto
que tendrían que darte la mano
aunque la batalla se gane o se pierda.
Esta vez la tristeza se equivoco de lugar o de día
pues le tocaba a la contención
dar el abrazo de Bienvenida….
Pero saben que ?
Si no la acepto
( por un ratito )
No podría disfrutar tanto
De la llegada de la Alegría….
Analia Gabriela Ferrari.-
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