Mucho, mucho ruido,
tanto, tanto ruido,
tanto ruido y al final
por fin el fin.
Es lo que dice Joaquin...
Por escuchar esa señal tan confusa
no podemos escuchar
lo que tiene que decirnos
la espuma del mar
cuando crece rapidamente ...
y tan rapido se va.
Nos perdemos la belleza
de escuchar el roce que
hacen las hojas en aquel
viejo ombu de una plaza barrial.
Nos perdemos de estar alertas
a las señales que quizas
un Maestro nos queria enseñar.
Nos perdemos de la paz que se encuentra
cuando el ruido de los pensamientos se aleja
como se alejan las formas que vemos
en el cielo celeste cuando las nubes blancas
comienzan a jugar.
Y si,
llega el fin
porque comienza
el principio
de la Paz
porque comienza
el principio
de la Verdad.
Analia Gabriela Ferrari.-
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