Nos quitamos la campera
y nuestras penas quedaron afuera.
Nos rozamos el cuerpo
y las caricias se metieron tan dentro nuestro...
que fue dificil
no pensar en lo efimero de los momentos.
Tu mano mi espalda garabateaba,
mientras mi lengua te degustaba.
Latidos,velas,musica,vino y mirarnos....
hasta quedarnos dormidos.
Amanecimos en el baul de los deseos.
Nos abrazamos.
Hubo silencio.
Pudimos perpetuar
el sublime momento.
Analia Gabriela Ferrari.-
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