jueves, 27 de agosto de 2009

Opuestos

Enardecerse con el sonar de los violines. Enardecerse con el perfume de los jazmines. Enardecerse con las palabras de un fiel texto. Enardecerse con el sol y el viento. Enardecerse y llegar a la cuspide, para luego bajar y serenarse de los violines,los jazmines,del texto, del sol y del viento.... Convertirlos en disonantes para encontrar en ellos... la existencia misma que coexiste entre la serenidad y el enardecimiento. Analia Gabriela Ferrari.-

No hay comentarios: