domingo, 12 de mayo de 2013

Dilatar el mundo de espirales ocres para que el ojo sagrado se pose por las cuatro puntas del astro que nos anuncia árboles cercanos al mediterráneo que todavía no vimos que nos deleita con los vinos que hoy no tienen la edad para tomarlos nos tienta con cuadros que aún no pintamos y nos espera con poesía guardada en los pulmones. Nos respirarán los otros y tendremos en lo invisible más de lo que somos… Para eso hay que dilatarnos y darnos. Y luego la estrella nos llevará cuando la rueda pare de rodar. Analia.-

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