Dilatar el mundo de espirales ocres
para que el ojo sagrado se pose por las cuatro puntas del astro que nos anuncia
árboles cercanos al mediterráneo que todavía no vimos
que nos deleita con los vinos que hoy no tienen la edad para tomarlos
nos tienta con cuadros que aún no pintamos
y nos espera con poesía guardada en los pulmones.
Nos respirarán los otros y tendremos en lo invisible más de lo que somos…
Para eso hay que dilatarnos y darnos.
Y luego la estrella nos llevará cuando la rueda pare de rodar.
Analia.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario